Qué bien que te cuidas, te pones guapo/a , cuidas de tu piel, te aseas, eliges la ropa adecuada y que mejor te sienta para cada momento.

Qué bien, que cuidas tu alimentación y haces deporte.

Que bien , que soportas la soledad y el dolor y que vas tranquilo/a por el camino que has elegido y eres capaz de parar a decidir por el camino que deseas continuar.

Que bien que toleras tus emociones y estás de acuerdo con  como las expresas.

Que bien que disfrutas de las relaciones con los demás y resuelves las diferencias con ellos sin sufrir desequilibrios emocionales importantes.

Pero, si en alguna ocasión, en momentos de tu vida sin saber cómo ni porqué , descuidas alguno de estos aspectos o te sientes con dificultades para recomponer las piezas del puzle que  va engranando tu vida...

Entiende que existe una alternativa más allá del gimnasio, de las dietas, de las cremas,  de las voces, de los llantos... El reencuentro con uno mismo a través de la ayuda de un profesional.